Acababa de terminar de estudiar todo lo que tenía pendiente aquel día y no sabía que hacer para matar el tiempo hasta la hora de cenar. El mando de la tele no funcionaba y lo cierto es que uno se cansa de estar todo el día conectado, aunque bueno, para escuchar música siempre hay una excepción.
Me puse a ojear nuevas canciones de mis grupos favoritos y otras tantas de artistas que no conocía, pero entonces el teléfono sonó. “Seguro que es mi madre” pensé, se había ido a trabajar y siempre llamaba a media tarde para asegurarse de que todo iba bien. Lo cogí con total seguridad preguntando como de costumbre “¿Sí?” cuando respondió una voz que aunque hacía años que no escuchaba, reconocí perfectamente: era mi padre.
-Hola, ¿está Chris? – en parte me resultó gracioso que preguntara por mi hermano de esa forma, como si más que su padre, fuera un amigo, pero esa gracia no superó mi confusión.
-No, y no se dónde ha ido- mi voz era seca, fuerte y desganada, pero con él no podría ser de otra forma.
-Es que no me coge el teléfono… Bueno, ¿y tú cómo estás? Te vi ésta mañana yendo clase, estás muy grande.
Su voz era tranquila y diría que hasta cariñosa. No sé si para él supuso el mismo espacio de tiempo que supuso para mí, pero me quedé como en shock; después de 4 años sin verme, sin preocuparse por mí, actuando como si no tuviera hija ¿solo se le ocurre decir: “estás muy grande”? por no hablar de lo que le hizo a mi madre…
-Ya ves, es lo que tiene crecer.
-Pues… a ver si nos vemos ¿no? y hablamos de todo un poco.- hubo una pausa – Yo sé que no he hecho nada, y menos a ti…
-Si tú lo dices.
-…¿Sabes qué el lobo no es tan malo, ni Caperucita es tan buena?.
¿Qué pretendía insinuar? Mi madre no hizo nada, no ha hecho nada, es decir, no tendría la cara de estar culpándola ¿verdad? Y más aún decírmelo a mí. Sin embargo preferí no hacer uso de mi mal genio y preferí hacerme la loca.
-Ah… pues vale.
-…Bueno, que ya sabes que cuando quieras nos vemos. Un abrazo, que estás muy guapa.
-Adiós- y colgué.
Me invadió una extraña sensación que en décimas de segundos cobró vida en mi mente en forma de recuerdos, de cuándo era más pequeña y de mucho, mucho después. No pude evitar llorar en ese momento, pero algo dentro no me permitía hacerlo y le pegué un puñetazo al cojín que tenía al lado. ¿Por qué? ¿No tenía ya bastantes problemas cómo para preocuparme por aclarar cosas que había enterrado hace tiempo? Sabía que si hablaba con él cara a cara, sería para restregarle todos estos años y sabiendo que ambos tenemos un carácter parecido, no iba a acabar bien.
Me puse a ojear nuevas canciones de mis grupos favoritos y otras tantas de artistas que no conocía, pero entonces el teléfono sonó. “Seguro que es mi madre” pensé, se había ido a trabajar y siempre llamaba a media tarde para asegurarse de que todo iba bien. Lo cogí con total seguridad preguntando como de costumbre “¿Sí?” cuando respondió una voz que aunque hacía años que no escuchaba, reconocí perfectamente: era mi padre.
-Hola, ¿está Chris? – en parte me resultó gracioso que preguntara por mi hermano de esa forma, como si más que su padre, fuera un amigo, pero esa gracia no superó mi confusión.
-No, y no se dónde ha ido- mi voz era seca, fuerte y desganada, pero con él no podría ser de otra forma.
-Es que no me coge el teléfono… Bueno, ¿y tú cómo estás? Te vi ésta mañana yendo clase, estás muy grande.
Su voz era tranquila y diría que hasta cariñosa. No sé si para él supuso el mismo espacio de tiempo que supuso para mí, pero me quedé como en shock; después de 4 años sin verme, sin preocuparse por mí, actuando como si no tuviera hija ¿solo se le ocurre decir: “estás muy grande”? por no hablar de lo que le hizo a mi madre…
-Ya ves, es lo que tiene crecer.
-Pues… a ver si nos vemos ¿no? y hablamos de todo un poco.- hubo una pausa – Yo sé que no he hecho nada, y menos a ti…
-Si tú lo dices.
-…¿Sabes qué el lobo no es tan malo, ni Caperucita es tan buena?.
¿Qué pretendía insinuar? Mi madre no hizo nada, no ha hecho nada, es decir, no tendría la cara de estar culpándola ¿verdad? Y más aún decírmelo a mí. Sin embargo preferí no hacer uso de mi mal genio y preferí hacerme la loca.
-Ah… pues vale.
-…Bueno, que ya sabes que cuando quieras nos vemos. Un abrazo, que estás muy guapa.
-Adiós- y colgué.
Me invadió una extraña sensación que en décimas de segundos cobró vida en mi mente en forma de recuerdos, de cuándo era más pequeña y de mucho, mucho después. No pude evitar llorar en ese momento, pero algo dentro no me permitía hacerlo y le pegué un puñetazo al cojín que tenía al lado. ¿Por qué? ¿No tenía ya bastantes problemas cómo para preocuparme por aclarar cosas que había enterrado hace tiempo? Sabía que si hablaba con él cara a cara, sería para restregarle todos estos años y sabiendo que ambos tenemos un carácter parecido, no iba a acabar bien.
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Me he excedido escribiendo y dudo que nadie haya leído esta entrada, lo cual entiendo y bueno... supongo que necesitaba explicar lo que sentí en ese momento.
Gracias a quien lo haya leído, un beso <3
4 comentarios:
Yo creo que es normal que te sientas así,pero de cualquier forma es tu padre y algún que otro día supngo que tendrás que verle y decirle todo lo que se merece.
Besitos.
Acabo de leer tu blog y creo que me he quedado un poco enganchada. Me gusta mucho tu forma de escribir.
Te sigo! :)
Pff tia, te entiendo mejor que nadie. Tienes que entender y aunque te cueste, valorar que se preocupa algo por ti, seguro que te echa de menos y quiere intentar arreglar de una forma u otra las cosas. Yo intentaria darle una oportunidad y pensar que para el tampoco es facil no poder hablar en condiciones con su hija, porque seguro que te quiere y si en el pasado hizo algo que te molestara, a el le duele que esteis asi.
Yo te doy mi opinion, es lo que pienso porque he tenido una experiencia similar, de no hablarme con mi madre durante varios años por motivos que todavia no logro entender, porque ese instante paso muy deprisa.
Esto que has escrito me a despertado lo que no vivia desde hacia mucho tiempo y si algun dia necesitaras hablar de este tipo de cosas, aunque no me conozcas de nada... estare dispuesta a escucharte.
Un besito cariño y se fuerte, de verdad.
No creo que haya una manera diferente de reaccionar ante un padre que te deja de ver por tanto tiempo. No estoy en esa situacion, pero de seguro reaccionaria igual que vos.
Espero que estes bien! :)
Gracias por comentario. :D
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